Proyecto Abierto

¿Para qué sirve el CECSO?

El CECSO es la principal herramienta de organización de los estudiantes de sociales. Optar por conformarlo el 2011 nos permite expandir el proyecto a toda la facultad y continuar trabajando en pos de este para darle un mayor impulso al proyecto político que hemos estado construyendo pero el proyecto va más allá de la herramienta.

Creemos que el CECSO tiene tres funciones principales: representar a los estudiantes de sociales para construir unidad e identidad, enfatizando lo organizativo; coordinar y conducir las iniciativas de los estudiantes, para abrir espacios, encauzándolas en un proyecto transformador; formarnos para adquirir las herramientas para comprender por qué son necesarios los cambios profundos y radicales: disputar el sentido común imperante en la educación.

En definitiva, el CECSO debe convocar a crear Movimiento Estudiantil organizado para la disputa en diversos frentes, abarcando todas aquellas iniciativas que apunten hacia la construcción de una nueva facultad y de una nueva sociedad, y que sean un aporte para ello.

¿Cuál es el Proyecto de Facultad?
  
Que nuestras disciplinas se dirijan a la trasformación de la sociedad, dándoles sentido, relevancia y pertinencia, para seguir avanzando hacia este horizonte. A través de la participación inclusiva, trabajando con todos los estudiantes de la facultad, integrando nuestras ideas y manteniendo la organización permanente y de base, para que esta forma trabajo se vuelva una práctica cotidiana en nuestro espacio y se extienda a todos los sectores de la sociedad.

Para realizarlo debemos trabajar desde las carreras, tanto en la lucha por el acceso y el sentido transformador del conocimiento generado en la academia, como por la vinculación de las carreras en un Proyecto unificado de transformación social.

¿Qué  Transformación Social buscamos?

Contra el individualismo, deseamos levantar la solidaridad y la igualdad como valores centrales al momento de pensar y de defender una mejor vida para todos. Un paso adelante hacia la transformación social es cambiar nuestra formación como profesionales. Hoy somos estudiantes, pero mañana seremos trabajadores y ante este hecho es imprescindible repensar nuestros roles.
La clave de este paso es comprender que nuestro conocimiento debe estar en pos de la construcción de una sociedad distinta, a través de un proyecto auténtico que construyamos en conjunto.
Solo hay una manera para lograr esto: tomar un rol cada vez más activo como sujetos y actores, no sólo como jóvenes, sino que asumiéndonos como parte del movimiento estudiantil y trabajando para su fortalecimiento.
La universidad es un campo de acción fundamental y, por eso, creemos que es necesario construir organización desde dentro, desde nuestra propia facultad y desde ahí, poder proyectar nuestro actuar hacia fuera. Nuevamente, contra la apatía y el desencanto que muchas veces ha ganado en nuestras salas y pasillos, queremos contagiar la inquietud, las ganas de cambiar las cosas, crear redes, difundir ideas y unir manos para fortalecer el movimiento estudiantil desde nuestro espacio.
La problemática de la Educación Pública

Si bien existen algunos ramos que dan herramientas para comprender y aplicar el conocimiento generado en torno a la Educación, éstos tienden a caer en lógicas asistencialistas o de plano, terminan siendo directamente funcionales al Sistema Educativo tal cual está. En efecto, las problemáticas reales del sistema educativo en el que nos encontramos, no han sido parte de nuestra formación desde hace mucho tiempo y no nos ha permitido dar cuenta de las contradicciones de nuestra educación a nivel nacional, universitario y en la facultad. Sin embargo, este año la Educación Pública fue definida como una línea de desarrollo para toda la Facultad. Por lo mismo, debemos asegurarnos de que esta tenga un efecto real con contenido crítico en la docencia, la investigación y la extensión. Así, buscamos también socializar este conocimiento para asegurar que el interés por el tema  no se vuelva netamente académico.

¡Participar para organizar, organizar para transformar: levantar ideas y propuestas con más fuerza!

Creemos que el diagnóstico de que los estudiantes de la facultad no participan es reducir la participación solo a la asistencia a las asambleas, sin dar cuenta de la gran variedad de intereses de nuestros compañeros. El trabajo que muchos de nosotros realizamos en organizaciones sociales, ya sean centros de estudio, educación popular o expresiones artísticas o deportivas son también formas de participar y organizarnos, aunque no debemos verlas como excluyentes de la construcción conjunta de propuestas y posturas de facultad.
Por esto la participación debe trabajarse en dos sentidos: impulsando las iniciativas estudiantiles y también potenciando la participación efectiva y el trabajo desde los cursos, haciendo que discutir sea una costumbre para que las bases tengan mayores niveles de decisión.